Ciclos reproductores: Menstrual y ovárico
Los órganos y estructuras que componen el sistema reproductor femenino, periódicamente sufren numerosos cambios. Una serie de procesos ocurren mes a mes, de manera coordinada, preparando al organismo femenino para un posible embarazo.
¿QUÉ ES LA MENSTRUACIÓN O REGLA?
La menstruación, regla, período, mes, flujo en lenguaje más coloquial, es un fenómeno fisiológico vivido con gran interés y preocupación por todas las niñas, No hay nada más que observar el protagonismo que cobra la primera de la clase a la que «le viene». Rápidamente, se convierte en la estrella indiscutible a la que todas le hacen preguntan y piden consejo.
La regla consiste en una pequeña hemorragia causada por el desprendimiento de una parte de la membrana mucosa que tapiza la cavidad uterina, es decir, el endometrio. ¿Por qué se desprende esta membrana de forma regular? La explicación es la siguiente: desde que las niñas tienen su primera regla, su organismo hace madurar cada mes un óvulo en uno de sus ovarios. El óvulo maduro se desplaza a través de la trompa de Falopio para acomodarse en el útero, cuyas paredes, agrandadas por los efectos de las hormonas y con todos los nutrientes necesarios, forman un nido acogedor para recibir al óvulo fecundado. Cuando el óvulo no ha sido fecundado, que es lo que ocurre la mayor parte de las veces, todo ese preparativo formado por mucosa y sangre, es expulsado hacia el exterior a través de la vagina.
Todo este proceso, que se sucede a lo largo de unos treinta y cinco años, comienza en la pubertad de los once a los trece años, con la menarquía -edad en la que la mujer tiene la primera regla- y termina con la menopausia, período en el que la regla comienza a retirarse hasta terminar desapareciendo. Esto ocurre habitualmente a partir de los cuarenta y cinco años.
Ciclos de 28 días (click en la imagen para agrandar)
Ciclo menstrual
Se llama así al período de tiempo que va desde el primer día de la menstruación hasta el primer día de la siguiente. La duración del ciclo puede variar de una mujer a otra y es frecuente que durante los primeros años se adelante o se retrase pero, en general, suele situarse en tomo a los veintiocho días. El tiempo de sangrado oscila entre los tres y cinco días, aunque en algunas mujeres puede prolongarse hasta siete días. Al acabar la menstruación, se forma una nueva mucosa y unos catorce días antes de la regla siguiente tiene lugar la ovulación. Poco antes de la regla, algunas chicas se ven afectadas por una serie de síntomas molestos como pueden ser: dolor de cabeza o de ovarios, tirantez en los senos, nerviosismo, irritabilidad, etc. Por lo general estas molestias, conocidas como síndrome premenstrual, van desapareciendo con el tiempo y no llegan a alterar el desarrollo de una vida normal.
Todo regulado hormonalmente
El ciclo menstrual-ovárico se encuentra regido directamente por la acción hormonal, la que precipita algunas acciones y prepara algunas estructuras para la llegada del posible embrión fecundado. Tanto la hormona folículo estimulante (FSH) como la luteinizante (LH) -ambas activadas desde la hipófisis- tienen un rol fundamental en el desarrollo del óvulo al interior del ovario, así como también en la preparación de las paredes uterinas, que se engrosan para recibir al posible embrión.
Hormona folículo estimulante
Durante los primeros días del ciclo, estimulados por la FSH, una veintena de folículos alojados en los ovarios comienzan a madurar, secretando a su vez progresivamente mayor cantidad de estrógenos. En una coordinada cadena, esta hormona femenina provoca que los vasos sanguíneos del endometrio se alarguen.
Hormona Luteinizante
Al cabo de 10 a 14 días, algunos folículos ya contienen un óvulo maduro; en esta etapa, la cantidad de estrógenos decrece, mientras que la hipófisis comienza a secretar LH, hormona que actúa directamente sobre los folículos, hinchándolos hasta tal punto que solo uno de ellos libera un óvulo hacia la trompa de Falopio. Este es el momento exacto de la ovulación.
Ovulación y cuerpo luteo
Mientras los folículos que estaban a punto de madurar se atrofian, el que recubría al óvulo maduro sigue evolucionando, hasta transformarse en el cuerpo lúteo. Esta estructura es capaz de secretar progesterona, hormona que alista al útero para un posible embarazo. De esta manera, su capa mucosa (endometrio) elabora algunos tejidos que facilitan la implantación del embrión y la eventual gestación.
Un viaje de 24 horas
El óvulo comienza su viaje por las trompas, siendo su tiempo de vida aproximado unas 24 horas, durante las cuales espera ser fecundado. Si esto ocurre, el ciclo menstrual se interrumpe y el embrión viaja para fijarse en la pared uterina y comenzar su desarrollo; de lo contrario, los niveles hormonales bajan y el óvulo sin fecundar sale del útero (junto a parte del recubrimiento interno de este órgano), durante la menstruación.
La menstruación
La menstruación corresponde a la salida de parte de la mucosa que recubre el útero y que, durante algunos días y bajo los efectos hormonales, desarrolla múltiples vasos sanguíneos y nuevas glándulas, duplicando su tamaño.
Si el óvulo no ha sido fecundado, este tejido se desprende del útero, mediante sucesivas e intensas contracciones de la pared muscular del útero (miometrio), llegando hasta la vagina y evacuándose por el orificio vaginal.
Por lo general, la secreción presenta una apariencia viscosa y de color marrón; en tanto, su cantidad varía de acuerdo con cada organismo. Generalmente, se caracteriza por un flujo leve durante el primer día, seguido por uno más abundante que poco a poco desaparece.
El folículo, finalmente, se desarrolla junto con el ovocito, hasta una etapa en la que este último ya cuenta con la mitad de la información genética requerida para formar un nuevo individuo: solo 23 cromosomas (la otra mitad la posee el espermatozoide).
Cuando el óvulo está maduro recibe el nombre de folículo de Graaf; este se rompe, liberándolo y dando inicio a un posible embarazo
El fin de un ciclo: Menopausia
La edad fértil de una mujer finaliza durante el período denominado menopausia. Este va, aproximadamente, desde los 45 hasta los 55 años y se caracteriza por un cese paulatino de las menstruaciones (pocas veces ocurre de manera abrupta). Durante este período, los ovarios se vuelven menos funcionales y pierden la capacidad de producir estrógenos y progesterona. Este cambio hormonal determina numerosas transformaciones y molestias, que difieren de una mujer a otra. Entre ellos destacan bochornos, depresión y atrofia vaginal.
La falta de hormonas femeninas también tiene repercusiones en la calcificación ósea, el colesterol y la presión arterial.
Qué y en qué cantidad se evacúa durante la menstruación? Se eliminan cerca de 70 ml de sangre y líquidos.
¿Cuál es la cantidad, aproximada, de óvulos que trae una niña al nacer? Cerca de 200 mil.
¿Qué es la galactorrea? Es una secreción excesiva de leche, no relacionada con el embarazo
¿COMPRESAS O TAMPONES?
Para absorber la sangre de la menstruación, hay tres opciones: usar compresas, tampones, o alternar el uso de ambos. Sea cual sea el método elegido, conviene seguir algunas recomendaciones básicas para evitar infecciones, alergias o irritaciones:
* Comprarlos en envases herméticamente cerrados y sin perfumar.
* Lavarse bien las manos con agua y jabón antes de manipularlos.
* Lavarse los genitales con agua corriente en cada cambio.
Toallas higiénicas
Quienes se decantan por las compresas argumentan que son muy fáciles de usar y que además al acostarse son más higiénicas que los tampones, ya que con éstos la sangre queda toda la noche estancada. Pero, eso sí, las compresas presentan el inconveniente de limitar los movimientos y de notarse con los pantalones ajustados o el traje de baño.La industria moderna ha solucionado ya estos inconvenientes.
En el mercado hay una oferta muy amplia en cuanto a la forma y el grosor de las compresas, desde las más finas para adolescentes con escaso flujo hasta las de mayor capacidad de absorción para mujeres con abundante sangrado o para ser utilizadas por la noche sin riesgo de manchar las sábanas.
Tampones
En cuanto a los tampones, es mejor escogerlos con aplicador para no tocarlos con los dedos y evitar así posibles infecciones. Si se observa resistencia al introducir el tampón es probable que exista tensión muscular. En este caso habrá que relajarse y untar la punta del tampón con un poco de vaselina. Una vez colocado, deberá cambiarse cada dos o tres horas.
El uso de tampones está especialmente indicado en determinadas situaciones: piscina y playa; práctica de un deporte; con vestidos y pantalones ajustados; fiestas y viajes.
Aparte de estos casos o similares, es más aconsejable la utilización de compresas, ya que presentan menos contraindicaciones.
Actualmente, existe una gran polémica en tomo al uso de los tampones, puesto que la mayor parte de ellos están fabricados con algodón, al que se añaden sustancias químicas potencialmente perjudiciales, como la dioxina o el rayón, que los hacen más blancos y absorbentes. Para curarse en salud, lo mejor es optar por tampones fabricados en algodón 100 %, sin ningún tipo de aditivo, que se pueden encontrar en tiendas del comercio justo o establecimientos especializados en productos naturales.
A tener en cuenta
Antes de poner un tampón, cerciorarse de que no queda otro dentro.
Si se rompe el cordón, se extraerá en la misma posición que para colocarlo, haciendo pinza con los dedos pulgar e índice.
Acudir al médico en el caso de que no se pueda extraer con los dedos.
Una pregunta: -Una amiga dice que tuvo una infección vaginal debida al uso de tampones. ¿Es esto cierto?
-Es lógico que cuando un tampón permanece mucho tiempo dentro de la vagina exista la posibilidad de contraer infecciones. Además, en ocasiones, aunque se extraiga el tampón, algunos filamentos de tejido pueden quedarse en el interior y favorecer la proliferación de bacterias.
Fuente: Pediatraldia
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