Las pilas: energía contaminante. Cómo contaminan. Las pilas no contaminantes

Cuestionadas por su poder contaminante, siguen siendo el principal generador portátil de energía eléctrica.

El principio que hace funcionar a una pila nace de una reacción química observada en el año 1800 por el físico italiano Alessandro Volta. Introduciendo dos metales distintos en un medio conductor de la electricidad -como puede ser el agua con sales disueltas-, la corriente de partículas con cargas positivas que se produce genera una diferencia de potencial en los metales, denominados electrodos. Esa diferencia hace posible que el dispositivo suministre corriente eléctrica a un sistema externo. Con el tiempo, los incómodos medios acuosos fueron reemplazados por otros secos, que resultaban más prácticos, y el cobre y el zinc fueron los metales más usados. Con ese criterio, el químico inglés Frederick Daniell inventó en 1836 una pila seca que marcó su evolución y luego devino en las pilas salinas de zinc y carbón, que hoy conocemos como “pilas normales”.

Las alcalinas o de alto rendimiento son las más consumidas: ofrecen potencia, duración y contienen mercurio, lo cual, a diferencia de las salinas, las convierte en contaminantes.

Aunque las que generan más riesgo ambiental son las pilas botón (de reloj), que contienen una mayor concentración de mercurio. Las más modernas son las recargables, que emplean níquel y cadmio (también contaminante) y permiten reconstituir su sistema químico interno mediante corriente eléctrica de red, para devolverle la capacidad generativa.

A la basura de a una

Como no existen servicios de recolección de pilas, los especialistas recomiendan desecharlas en forma paulatina y no acumularlas, ya que así se potencia su poder contaminante. Otra opción es ponerse en contacto con alguna ONG que desarrolle un plan de reciclaje.

El lugar equivocado

Luigi Galvani comprobó a principios del 1800 que un músculo muerto se sacudía al entrar en contacto con dos metales distintos. Lo explicó considerando que la electricidad intervenía en el fenómeno, pero creyó que se originaba en el músculo y no en los metales.

¿De qué manera contaminan las pilas?

Los materiales contaminantes de las pilas son los metales pesados, como el mercurio y el cadmio. En los basurales existe una importante cantidad de pilas desechadas, y la lluvia se encarga de transportar los metales hasta las napas de agua, contaminándolas. Los restos de una sola pila alcalina pueden contaminar hasta 175 mil litros de agua, y una pila tipo botón, 600 mil litros, por lo que se recomienda utilizar las recargables, que si bien aportan cadmio al medioambiente, ofrecen una vida útil mucho más prolongada.

También existe un alto riesgo de contaminación en el contacto directo con las pilas. Teniendo en cuenta las graves consecuencias que provoca el mercurio, los niños no deben manipular pilas de ningún tipo.

¿Existen pilas no contaminantes?

Sí. Varias empresas están desarrollándolas, aunque en la Argentina no hay opciones ecológicas en el mercado. Las japonesas Nopopo pueden rellenarse con cualquier líquido (hasta con orina) para su uso:
no contaminan, aunque su capacidad eléctrica es baja. Sony, por su parte, está a punto de lanzar una biobatería que produce energía a partir de carbohidratos, utilizando encimas como catalizadores.



¿Es cierto que en Babilonia se usaban pilas?

Un arqueólogo austríaco encontró en Bagdadun objeto perteneciente al imperio babilónico que relacionó con una pila. Era un recipiente cerámico de 15 centímetros que contenía un cilindro de cobre en su base, en contacto con una hoja de estaño. El descubrimiento fue objeto de múltiples explicaciones sin mayor fundamento científico.

Fuente: BioDisol