martes, 30 de septiembre de 2008

Leyendas urbanas: El espíritu del tanque de agua


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Cuentan que en una fábrica del barrio de Once (Buenos Aires) un plomero estaba arreglando el sistema de agua de la misma. El plomero se llevaba mal con su compañero Horacio ya que este le hacía la vida imposible siempre.

Resulta que este plomero que no me acuerdo el nombre se acercó a revisar el tanque de agua de unos 2 metros de alto y Horacio lo tiró hacia adentro y lo tapó.

Ese día al salir de la fábrica, a Horacio lo atropelló un auto matándolo al instante.

Pero ... que pasó con el plomero?

Luego de este acontecimiento se siguió trabajando en la fábrica, pero 3 años después todos empezaron a enfermarse, la mayoría decía que eran los mates o los té que tomaban en la merienda o en tiempo de recreo, razón por la cual optaron por dejar de tomar agua en vez de investigar lo que pasaba.

Al cabo de 7 años mas, cuando la fabrica dejo de funcionar se tiró abajo el tanque de agua para poner otro y cuando uno de los constructores rompe el tanque le da a los restos ya putrefactos del plomero, rompiéndole el cráneo.

El tanque de agua estaba totalmente rasguñado por el intento frenético de salir del plomero ahogado hacía 7 años atrás y resultó también que el constructor que golpeó el cuerpo se llamaba Horacio, el cual murió ahogado en una pileta poco tiempo después.

Dicen que todos los Horacios que pasan por la puerta de la fábrica (ahora abandonada) pueden sentir como que les falta el aire y cuando están por recobrarlo sale una luz de la puerta, que es el fantasma de el plomero tratando de atacarlos.

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