Hay que leer la noticia atentamente. Si no, pruebe con papel y lápiz para no perderse. Él nació mujer. Ella llegó al mundo como un varón. Decidieron transformarse hace años y las cosas de la vida hicieron que un día se cruzaran y se enamoraran. Ahora, para poder casarse tuvieron que volver a usar sus nombres originales porque la legislación de su país, México, es lenta para el cambio de documentación de personas transexuales.
Al mismo tiempo que en el parlamento mexicano se debaten las leyes para transexuales que estipulan la agilización del cambio de identidad en documentos y el acceso gratis a la operación de reasignación de sexo, una pareja de trasformistas decidió casarse en la ciudad de México, pero tuvieron que usar sus “viejos nombres” para hacerlo.
Mario Sánchez, nacido como María del Socorro Sánchez, es una funcionaria pública de 55 años que está en tratamiento para cambiar de sexo. Su pareja, Diana Guerrero, nació hace 45 años llamándose José Guerrero y hace años que completó su tratamiento. Ambos quisieron hacer de su casamiento una llamada de atención a la sociedad mexicana, generalmente apegada a las formas tradicionales.
Durante la ceremonia, el juez de paz que los casó los llamó por sus nombres originales. Para Guerrero, la novia con nombre de novio en este caso, "el casarnos con nuestros nombres originales es dar a conocer a la sociedad esa incongruencia que existe entre la mente y el cuerpo". Además, estuvieron presentes miembros del Frente Ciudadano Pro Derechos de Transexuales y Transgéneros, quienes sostuvieron que casos como los de Guerrero y Sánchez ponen “de cara” a la sociedad para lograr que se respete su “dignidad de personas”.
lunes, 19 de mayo de 2008
Un matrimonio invertido ... él es ella, ella es él.
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