lunes, 30 de junio de 2008

Educación sexual en la adolescencia: Como se viven los primeros cambios físicos


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ADAPTÁNDOSE A LA NUEVA IMAGEN CORPORAL

Como se ha descrito, la identidad de la persona se va constituyendo durante el crecimiento ya través de los mecanismos de identificación

El cuerpo centraliza este proceso desde el inicio de la vida, y al llegar a esta encrucijada -dejar el cuerpo de la niñez para encarnar otro distinto su portador o portadora no pueden dejar de sufrir ciertas convulsiones internas Día a día descubren ante el espejo cambios en su fisonomía que pueden desconcertarlos y hacerles sentir extraños consigo mismos.

De ahí que a esta edad sean tan escrupulosos con la vestimenta, el peinado y los adornos, además de adoptar a veces conductas algo estereotipadas con las que se sienten más seguros frente a situaciones nuevas El muchacho desgarbado, la chica con cara de niña y cuerpo de mujer, han de ir reacomodándose a su nueva imagen corporal, que nunca coincide con la que ellos mismos habían deseado o imaginado Lo único que a esta edad está asegurado es la decepción… porque aunque sean hermosos para los demás, ellos sólo van a encontrarse defectos irremediables.

PRIMEROS AFEITADOS y MAQUILLAJES

Los primeros afeitados de los chicos y los maquillajes a escondidas de las chicas les inician en el mundo adulto del cuidado corporal, totalmente desconocido para ellos hasta ahora, y del que quieren obtener también alguna gratificación la de gustarse más a sí mismos y la de gustar más a los demás. Para las muchachas es muy importante agradar también a las amigas, que en algunas ocasiones son sus modelos a imitar, o las rivales contra las que compiten frente a las demás del grupo. No hay espejo más exigente que la mejor amiga Los chicos, por el contrario, compiten entre sí por otros objetivos Conseguir atraer a las chicas no suele estar en primer plano todavía, pero algo se está moviendo ya en esa dirección Están más pendientes de ver quién es el mejor, el más fuerte, el primero, el más valiente Aun así, los comentarios de los colegas sobre su aspecto no pasan desapercibidos.

El padre o la madre pueden ayudar a su hijo a iniciarse en este ritual higiénico que todavía no es diario.

Las muchachas exhiben su cuerpo cuando se sienten muy seguras de su belleza o cuando no tienen conciencia de la erotización que despiertan en los hombres.

Las chicas se sienten desbordadas cuando su cuerpo se desarrolla tempranamente Tienden a esconderse de la mirada de los demás, pues notan la sensación que causan en los chicos.

El miedo de Peter Pan

El miedo a crecer es universal, a veces totalmente consciente Peter Pan ilustra los deseos de muchos chicos y chicas de permanecer en el estadio intermedio de perpetua niñez.

Si enfrentarse al espejo cada mañana produce desconcierto y exige una nueva reacomodación, es lógico que los púberes sientan vergüenza, timidez, rubores varios y sonrojos intensos ante los comentarios de vecinos y amigos adultos, y también de los que reciben de sus “colegas”, que van a fijarse, tanto o más que ellos mismos, en el bigote incipiente, los molestos granos en medio de la cara, o si las chicas se pintan los ojos.

El deseo por destacar lleva a las chicas a estar pendientes de su fisonomía, porque la opinión de los demás no les es indiferente.

Comencemos por Ellos

¿Qué ocurre en el cuerpo de los niños al llegar la pubertad?
Muchas cosas: se trata de una verdadera convulsión progresiva que afectará tanto a los genitales como a múltiples partes del organismo. Todo crece. La primera muestra que nos indica el comienzo de la pubertad es el aumento del tamaño de los testículos.

Cuando sucede esto es que ya se han puesto en funcionamiento unas hormonas llamadas gonadotropinas. Su acción será el punto de partida para la aparición de la hormona masculina por excelencia: la testosterona. A su vez, empezarán a madurar las células reproductoras: los espermatozoides. La mencionada testosterona y otra sustancia derivada de ella serán las auténticas impulsoras de las transformaciones que caracterizan esta decisiva etapa de la vida. Todo está ya preparado para comenzar a experimentar las primeras poluciones nocturnas. Éstas tendrán lugar generalmente entre los trece y los catorce años.

Tras el aumento del tamaño de los testículos, poco a poco irá surgiendo vello en diversas partes del cuerpo: pubis, axilas, cara, pecho, brazos, piernas... Parece que los pelos lo vayan a poblar todo, pero lo cierto es que, alrededor de los diecisiete años sólo la mitad de los chicos tendrán la necesidad de afeitarse.
Alrededor de los once años y hasta los dieciséis, se aprecia un aumento en tamaño y grosor del pene. La piel que recubre los genitales va tomándose más oscura.
Crecen las cuerdas vocales y la laringe. La voz va perdiendo su timbre infantil y tomando cuerpo, se hace más grave, y en este proceso puede surgir algún que otro gallo que va desapareciendo paulatinamente. En el exterior se irá haciendo visible la «nuez» -también llamada manzana de Adán- situada en la laringe.

En esta etapa puede aparecer el típico acné juvenil, que según los expertos, y para mayor tranquilidad de los que lo padecen, se , cura con la edad. Asimismo, se nota una mayor transpiración corporal y el olor se hace más fuerte. y por si fuera poco, también el cabello se vuelve más graso. Estos dos «incidentes» propios de la edad tienen fácil solución con una higiene adecuada y la ayuda de un buen desodorante.

¿Quién no ha oído hablar del "estirón"?

Este crecimiento rápido suele producirse entre los once y los dieciséis años, con una duración aproximada de unos tres años. Aunque después los chicos puedan seguir creciendo de una forma más lenta, el «estirón» sorprende porque en muy poco tiempo la estatura aumenta unos veinte a veinte y cinco centímetros. La ropa les queda pequeña: los jeans por encima de los tobillos; los jerséis parecen haber encogido por arte de magia; y cada vez que necesitan unos zapatos, tienen que pedir por lo menos un número más; esto en el mejor de los casos, puesto que también ocurre que los comprados recientemente les queden pequeños.

A medida que crecen las extremidades, aumenta también la masa muscular y los hombros se ensanchan. Esto último les suele gustar mucho, por lo que suelen competir entre ellos para ver cuál es más fuerte o más viril. Por un lado, están orgullosos de ser cada día más grandes y más musculosos, pero también puede ocurrir que al ser tan rápido el crecimiento no puedan controlar todos sus movimientos y aparezcan a la vista de los demás algo torpes y distraídos.

La pubertad se manifiesta en los niños fundamentalmente con la emisión de líquido seminal, el crecimiento de vello púbico y el cambio de voz.

Todos con su propio ritmo

No todos los chicos se desarrollan al mismo tiempo ni de la misma forma. Tampoco todos viven esta etapa en iguales circunstancias ambientales. Aunque se puede decir que cada niño es un mundo, también se podría afirmar que existen sentimientos compartidos por la mayoría de ellos. En general, se sienten vulnerables y, si por un lado aceptan orgullosos todas las manifestaciones de virilidad que van descubriendo, también se observa en ellos cierto pudor a mostrar algo tan inocente como es la pelusilla incipiente.

En cuanto al desarrollo de sus genitales, no cabe duda que es para ellos algo emocionante ya la vez inquietante. Miran su pene y ven que ha crecido, que tiene una tonalidad más oscura, pero además ahí se producen sensaciones voluptuosas antes desconocidas.

Otro fenómeno bastante frecuente en esta etapa es la aparición de pequeños senos que preocupan a algunos padres y avergüenzan a los niños. Pero no hay que alarmarse, pues suelen desaparecer pasada la pubertad.

-¿Eyacular varias veces al día puede quitarme fuerza?
Quizás lo preguntas porque has oído que a algunos deportistas les prohíben tener relaciones sexuales antes de jugar un partido. En estos casos, es posible que la relajación que proporciona el haber eyaculado poco antes del encuentro disminuya su rendimiento en el campo, aunque este hecho no está comprobado científicamente.

Sigamos con Ellas

Cualquier mujer que tenga memoria para recordar su pubertad sabrá cuáles son los cambios físicos que se producen en esta etapa. y si han tenido hijos, recordarán que las niñas son más adelantadas a la hora de iniciar esta etapa.

Cuando llega este momento, su cuerpo se transforma: aumenta rápidamente de peso y de estatura. Las caderas, glúteos y muslos comienzan a rellenarse y ensancharse, gracias a la particular distribución del tejido graso femenino. La cintura se afina. Poco a poco la silueta se moldea hasta adquirir las atractivas curvas que la diferenciarán de los escultóricos cuerpos masculinos.

Les crecen los senos y aumenta su sensibilidad. Al principio surgen como unos pequeños bultos que van desarrollándose. La areola y el pezón se marcan y oscurecen. En ocasiones, puede ocurrir que un seno se desarrolle más rápidamente que el otro.

Empieza a salirles vello en la zona púbica y en las piernas. Después aparecerá en las axilas. También crecen los genitales externos y se oscurecen: la vulva, los labios y el clítoris. Paralelamente, se desarrollan el útero y la vagina, cuyas paredes ganan elasticidad. y aparece el síntoma por excelencia de la madurez sexual: la menstruación. Algunas pueden sentir dolor de riñones, sensibilidad abdominal o hinchazón. Paulatinamente su voz dejará de ser la de una niña hasta adquirir un timbre más profundo.

Tampoco ellas se libran del dichoso acné ni del aumento del olor corporal o la grasa del cuerpo o el cabello.

Pero estas no son las únicas molestias o preocupaciones de las púberes. Su estado anímico puede pasar de la euforia a la apatía en cuestión de horas. Resumiendo, podríamos decir que la pubertad se manifiesta en las mujeres por el comienzo de la ovulación y los ciclos menstruales, el crecimiento de los pechos y del vello púbico. Aumentan rápidamente de altura y de peso, se ensanchan las caderas y se adelgaza la cintura.

Al llegar a la pubertad, las modificaciones en el cuerpo de las niñas son más evidentes que en el de los chicos. Ellas se sienten por lo general aún más vulnerables que ellos. Dos de las novedades que más las preocupan son el crecimiento de los pechos y la menstruación. En el primer caso, sobrevienen las típicas dudas sobre cómo serán definitivamente, si crecerán mucho o no, si serán o no normales o si ya ha llegado la hora de ponerse un sostén. En cuanto a la menstruación, al contrario de lo que ocurre con los niños, cuya primera eyaculación suele ser un tema tabú, las niñas habitualmente lo viven como un acontecimiento importante, celebrado por su familia.

Algunas niñas se acomplejan cuando notan vello sobre los labios o incluso en la cara. En muchos casos suele ser un problema hereditario que puede solucionarse mediante la depilación. Para ello, lo mejor es consultar a los padres sobre la mejor fórmula para hacerlo desaparecer.

El asunto de las espinillas también trae de cabeza a muchas jovencitas que incluso puede retraerlas por temor a que los chicos las rechacen. Lo mejor que pueden hacer es tranquilizarse y ponerse en manos de un buen dermatólogo. Quizá no pueda acabar con el acné pero probablemente suavizará sus efectos.

-¿Se puede hacer algo, como gimnasia o aplicar cremas fortalecedoras para que los senos aumenten de tamaño?

-Ni la gimnasia ni las cremas harán que tus pechos se desarrollen más. Si crees que son demasiado pequeños para tu edad, en relación con los de tus amigas, no debes preocuparte. Están en la fase de crecimiento y hasta que no acabe la pubertad no sabrás su tamaño final.

Fuente: Pedriatraldía

1 comentario:

Nesty dijo...

saludos desde Cuba

http://lavozdecuba.blogspot.com

http://vivacubalibre-habana.blogspot.com